Con
sus tripas arrugadas
soplidos da de dragón, y oirás presto cómo grita si le aprietas un botón. ACORDEÓN |
Tengo
un sonido tan suave,
que ángeles tocan en mí; mis cuerdas acompañaron los salmos del rey David. EL ARPA |
Me
rascan continuamente
de forma muy placentera; mi voy está bien timbrada y mi cuerpo es de madera. LA GUITARRA |
Zumba
que te zumba,
se oye mi son, en las noche navideñas, hasta que aparece el sol. LA ZAMBOMBA |
Saltaste
tú,
salté yo sobre el cuero y no se rompió. PALOS DEL TAMBOR |
Mis
caras redondas,
qué estiradas son. A fuerza de golpes, así canto yo. EL TAMBOR |
Soy
vieja y muy fuerte,
cuando hablo todos me oyen y tengo un solo diente que muevo constantemente. LA CAMPANA |
Con
tan sólo cuatro cuerdas,
que un arco pone en acción, esta caja melodiosa te alegrará el corazón. EL VIOLÍN |
Bueno
soy, |
En
una larga abertura
tengo yo mi dentadura, y cuando comienzo a hablar, todas mis piezas se mueven sin poderlas yo parar. EL PIANO |
|
|